Las perlas de Epstein son pequeñas protuberancias blancas que se forman en el paladar de los bebés recién nacidos. Estas perlas son comunes y no son dañinas para el bebé. También se conocen como quistes de retención de la mucosa o quistes de la lámina dental. A menudo se confunden con otros problemas orales, como infecciones por hongos o herpes, pero las perlas de Epstein son una condición benigna que no requiere tratamiento.
¿Por qué aparecen las perlas de Epstein?
Las perlas de Epstein se forman debido al desarrollo natural del paladar del bebé. Durante el desarrollo fetal, la mucosa del paladar se adhiere a la lámina dental en el techo de la boca del feto. Cuando el bebé nace, la lámina dental se desprende, dejando pequeñas protuberancias en el paladar. Estas protuberancias son las perlas de Epstein.
Las perlas de Epstein son más comunes en los bebés prematuros y en los bebés que han nacido con dificultades respiratorias. Esto se debe a que estos bebés tienen un desarrollo pulmonar incompleto, lo que hace que la presión del líquido en los pulmones se transmita a la cavidad torácica, y finalmente al paladar, lo que provoca la formación de las perlas de Epstein.
Síntomas de las perlas de Epstein
Los síntomas de las perlas de Epstein incluyen:
- Pequeñas protuberancias blancas en la línea media de la mucosa oral, que se asemejan a las perlas.
- No son dolorosas ni causan incomodidad.
- Aparecen en grupos pequeños y suelen ser asintomáticas.
A pesar de que las perlas de Epstein son inofensivas, es importante visitar a un dentista para su diagnóstico. Si se presentan otros síntomas, como dolor, enrojecimiento o inflamación, podría ser una infección oral que requiere tratamiento.
¿Por qué se conocen bajo el nombre de “perlas”?
Las perlas de Epstein se conocen como tal debido a su forma redondeada y blanca, similar a una perla. Fueron descubiertas por primera vez por el médico alemán Alois Epstein en 1880, quien las describió como «perlas epiteliales». Desde entonces, han sido conocidas como perlas de Epstein en honor a su descubridor.
Ya ves que las perlas de Epstein no es nada grave en principio, aunque si tu bebé tiene los síntomas descritos anteriormente es mejor llevarlo al especialista.
