La mollera sumida es una condición que puede causar preocupación en los padres de un bebé. Aunque no es común en todas las culturas, es importante entender las causas y saber qué hacer en caso de que se presente. En este artículo, hablaremos de las tres principales causas de mollera sumida y cómo tratarlas.
Deshidratación
La deshidratación es una de las principales causas de mollera sumida. Cuando un bebé no recibe suficiente líquido, el cuerpo empieza a absorber agua de sus tejidos para mantener los niveles de hidratación. Esto puede hacer que la mollera se hunda.
La deshidratación puede ser causada por varias razones, incluyendo fiebre, diarrea, vómitos y sudoración excesiva. Los bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna pueden ser particularmente susceptibles a la deshidratación, ya que la leche materna es más fácil de digerir que la leche de fórmula y, por lo tanto, no proporciona tanta agua.
¿Cómo tratar la deshidratación? Si tu bebé tiene mollera sumida y otros síntomas de deshidratación, como orina oscura, sequedad en la boca y falta de lágrimas al llorar, es importante tomar medidas inmediatas. Dale agua o solución de rehidratación oral (SRO) y llévalo al médico lo antes posible. Si la deshidratación es grave, el bebé puede necesitar ser hospitalizado para recibir líquidos por vía intravenosa.
La mejor manera de prevenir la deshidratación es asegurarse de que tu bebé reciba suficiente líquido. Si estás amamantando, ofrece el pecho con frecuencia. Si estás alimentando con fórmula, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y no diluyas la fórmula.
Desnutrición
La desnutrición es otra causa común de mollera sumida. Cuando un bebé no recibe suficientes nutrientes, el cuerpo comienza a utilizar las reservas de grasa para obtener energía. Esto puede hacer que la mollera se hunda, ya que la grasa en el tejido subcutáneo de la cabeza se reduce.
La desnutrición puede ser causada por varias razones, incluyendo:
- Falta de alimentación adecuada
- Problemas de absorción intestinal
- Enfermedades crónicas y trastornos metabólicos
- Los bebés prematuros y de bajo peso al nacer también son más propensos a la desnutrición.
¿Cómo tratar la desnutrición? Si tu bebé tiene mollera sumida y otros síntomas de desnutrición, como pérdida de peso, piel seca y escamosa, y un abdomen hinchado, es importante buscar ayuda médica. El médico puede recomendar una fórmula especial para bebés o derivados de la leche materna que proporcionen nutrientes adicionales. En casos graves, el bebé puede necesitar ser hospitalizado para recibir alimentación por vía intravenosa.
La mejor manera de prevenir la desnutrición es asegurarse de que tu bebé reciba una alimentación adecuada y equilibrada.
Diabetes insípida nefrogénica
La diabetes insípida nefrogénica (DIN) es una enfermedad renal que puede causar mollera sumida en bebés. Esta condición ocurre cuando los riñones no responden adecuadamente a la hormona antidiurética (ADH), que regula la cantidad de agua que el cuerpo absorbe y elimina. Como resultado, el cuerpo elimina más agua de lo normal, lo que puede causar deshidratación y, en algunos casos, mollera sumida.
La DIN puede ser causada por varias razones, incluyendo defectos genéticos, enfermedades renales, medicamentos y desequilibrios electrolíticos. Aunque la DIN es una enfermedad rara, es importante buscar ayuda médica si su bebé tiene mollera sumida y otros síntomas, como aumento de la sed, micción frecuente y orina diluida.
¿Cómo tratar la DIN? El tratamiento depende de la causa subyacente de la enfermedad. En algunos casos, la DIN puede ser tratada con medicamentos que ayudan a los riñones a responder a la ADH. En otros casos, puede ser necesario un tratamiento más invasivo, como la cirugía o la diálisis.
La mejor manera de prevenir la DIN es asegurarse de que tu bebé reciba una atención médica adecuada y que se detecten y traten cualquier problema renal o genético lo antes posible. Si notas cualquier síntoma de mollera sumida, aumento de la sed o micción frecuente en tu bebé, hable con tu pediatra para obtener más información.
La mollera sumida puede ser una condición preocupante para los padres de un bebé, pero es importante recordar que en la mayoría de los casos no es una causa de preocupación.