Para las madres que están dando el pecho, el destete nocturno provoca cierta inquietud. Esto supone retirarle al bebé las tomas nocturnas. Generalmente es un proceso que suele ocurrir a partir de los 12 meses de edad cuando la lactancia ya se ha convertido en algo complementario. En cualquier caso serán las necesidades del bebé o la decisión de la madre, los factores que determinarán el momento adecuado para iniciar el destete nocturno.
Para poder llevar a cabo este proceso de la forma adecuada, hay que hacerlo de una forma gradual. Con el fin de ayudarte en este proceso tan importante, te ofrecemos algunos consejos para iniciar un destete nocturno respetuoso y fácil.
Consejos para iniciar el destete nocturno
Habla con tu bebé
Es importante que intentes, siempre y cuando el bebé haya alcanzado una edad adecuada, intentes razonar con él la nueva situación. Hay niños que tienen una alta demanda, mientras que otros son más flexibles y pueden tomarlo como un proceso natural.
Puedes llegar a un acuerdo con él, establecer pequeños objetivos para que poco a poco se vaya desvinculando de esta rutina, enseñarle que a partir ya será un bebé «mayor» o sustituir la demanda por otra actividad que le relaje y le resulte beneficiosa.
Reduce las tomas poco a poco
La mejor forma de iniciar el destete nocturno es reducir las tomas que haces diariamente e ir espaciándolas. Al principio requerirá que el niño se vaya adaptando, por esta razón, con el fin de ir sustituyendo las tomas, opta por hacer otro tipo de actividades con él en ese momento como pasear con él, contarle un cuento, cantarle una canción o desviar la atención con otras actividades.
Elige el momento adecuado
Hay que tener especial cuidado a la hora de elegir el momento en el que se va a iniciar el destete nocturno. Ten en cuenta las circunstancias actuales y en ningún caso inicies el proceso si coincide con la llegada de un hermano, una mudanza, el comienzo de la guardería o cualquier otro acontecimiento que modifique su rutina habitual.
Espera a que el niño se encuentre en una etapa emocional estable en la que los factores externos no le influyan de forma negativa. De este modo lo será más fácil ir asimilándolo poco a poco.
Ofrécele nuevas alternativas
Cuando el niño necesite el destete por la noche, ofrécele otro tipo de alternativas como un vaso de agua o un poco de comida. Esto puede calmar la necesidad de demanda. En otras ocasiones puede servir el ofrecerle algún tipo de juguete que le ayude a calmarse o entretenerle con otra actividad que le ayude a desviar la atención.
Cuenta con la ayuda del padre
Es muy importante que el padre se involucre en este proceso y colabore en los momentos en los que el niño tenga una demanda. Así, el padre puede sustituir a la madre en ese momento acudiendo al niño para calmarle o entretenerle.
Los niños relacionan el momento de la lactancia con el olor y la voz de su madre. Al sustituirlo por la presencia del padre, tendrán otras sensaciones diferentes. En este sentido es importante que el padre sepa actuar de forma conveniente para controlar la situación y reflejar en el niño la máxima tranquilidad y confort.
Iniciar el destete nocturno requiere de muchas dosis de paciencia y cariño. El niño debe de atravesar por esta etapa de transición de la forma más fácil posible. Además, es muy importante que no retrocedas en tu decisión, y que inicies el proceso con la plena conciencia de finalizarlo ya que si vuelves a ofrecerle la lactancia a demanda por la noche, habrás perdido cualquier avance conseguido hasta ese momento.
Piensa en que se trata de una etapa normal que forma parte de su desarrollo y que es necesario para que avance en su autonomía y crecimiento. Tanto tu como el niño os sentiréis muy bien al finalizar este proceso ¡¡no te desanimes!!.