Para captar la atención de los más pequeños, la diversión es sumamente clave. De hecho, la mayoría de la educación infantil se combina con la diversión para que los bebés puedan absorber pasivamente los conocimientos necesarios en sus vidas. Por otro lado, ¿qué tiene esto que ver con el otoño? Pues, la verdad es que el otoño puede ser un momento para realizar actividades únicas que no podrían realizarse en otro momento. ¿Quieres saber cuáles? ¡Continúa leyendo!

Diversión en la estación de la paz

Otoño da acceso a actividades que no podríamos realizar sin él: los árboles con hojas cayendo, los frutos especiales, las lluvias, los charcos, en fin, un montón de cosas. Podrías incluso combinarlas con herramientas especiales que no son difíciles de conseguir. Aquí vamos a dejarte 9 actividades para disfrutar el otoño en educación infantil.

1. Recolección de hojas

   

   Requisitos: varios árboles cerca, una cesta

   Puede ser a un campo, a una plaza, a un parque, o cualquier lugar donde se encuentren muchas hojas secas en el piso. La actividad es sumamente sencilla: los niños deben ir a los lugares llenos de hojas secas, tomarlas cuidadosamente y colocarlas en la cesta. Pueden dividirse en dos grupos con una cesta cada uno y jugar a una carrera de recolección de hojas, el grupo que recoja más hojas en un cierto lapso de tiempo gana. Luego de que las han recogido, pueden hacer varias cosas con ellas: pueden hacer una cama de hojas, pueden hacer una lluvia de hojas o, incluso, hacer un camino con ellas y pisarlas para hacerlas crujir. Las hojas son ciertamente el símbolo más reconocido del otoño.

2. Collage de hojas

   

   Requisitos: pinturas, pinceles, hojas secas, pegamento y papeles

   Hacer en collage de hojas es una actividad que necesita de haber recolectado las hojas antes, como lo indicamos en la actividad anterior. Cuando ya hayas recolectado las hojas, lo que sigue son pintar las hojas. Para pintarlas, necesitarás témperas y un pincel. Los pequeños deberán tomar humedecer el pincel en témpera, tomar la hoja seca con la otra mano y empezar a pintar la parte delantera de la hoja. Deberías dejar la hoja ya pintada sobre un lugar para que deje secar, aunque también tener cuidado de que salga volando. Una vez seca, se deberían tomar las hojas por la parte trasera y poner algo de pegamento para finalmente pegarla en la hoja. Puedes hacer esto con varias hojas simultáneamente y con diferentes colores. No se debería pintar la parte trasera de la hoja, pues ese es el lugar del pegamento. En definitiva, el otoño puede usarse como obra de arte. 

3. Descubrir las frutas del otoño

   

   Requisitos: frutas de otoño como naranjas, mandarinas, manzanas, etc. 

   Los niños amarán los dulces, y sería muy ideal que fuesen dulces naturales como las frutas de otoño. Hablamos de frutas como las naranjas, mandarinas, manzanas, castañas, nueces, etc. Podrías ir a un lugar a donde haya árboles como nogales, castaños, etc. Son de nuestras frutas favoritas y no necesitan introducción. Los niños estarán agradecidos con descubrir tales frutas deliciosas y enlazarlas con el otoño.

4. Ir a un huerto

   

   Requisitos: transportación y un huerto cercano

   Relacionado con los árboles y las frutas, las plantas son también interesantes. Podrían ir a un huerto para ver el lado verde del otoño. Hortalizas, verduras, berenjenas, calabazas, y mucho más. Podrían probar después alguna comida relacionada con los elementos. En específico, las berenjenas cocinadas son muy deliciosas. La naturaleza puede ser cautivante para los niños, no solo en la vista, sino en el olfato y el gusto.

5. Identificar el clima

   

   Requisitos: ninguno

   Los niños deben entender lo que es una estación para poder reconocer y diferenciar al otoño de las otras estaciones. Las características del otoño más reconocidas, aparte de las ya mencionadas hojas secas caídas de los árboles, son la poca duración de los días (y, por ende, mayor duración de las noches), el cambio de clima, de temperaturas, de cultivos y de aves. En cuanto a los cultivos podríamos volver a mencionar las frutas otoñales: uvas, peras, mandarinas, manzanas, aguacates, pomelos, etc. También están las verduras como los hongos, calabazas, berenjenas, coliflor, repollo, etc. Por parte de las hortalizas, se encuentran las cebollas y las zanahorias. Las temperaturas suelen bajar con respecto al verano, la estación anterior. Los niños verán aves yendo en bandadas de un lugar a otro para evitar las complicaciones de los climas fríos, migrando a lugares donde haya más calor, incluso si se trata de viajar kilómetros.

6. ¡Charcos!

   

   Requisitos: charcos cerca, impermeables, toallas para secarse, conjunto de ropa a ensuciar

   Una de nuestras actividades favoritas es definitivamente jugar con los charcos. En el otoño verás lluvias de vez en cuando, y los charcos que queden de ellas pueden ser muy divertidos para los niños. Primero, deberán estar vestidos con un conjunto de ropa a ensuciar. Podrían usar impermeables si quisieras mayor protección, pero no creemos que sea necesario. Correr por los charcos, saltar por ellos, lanzar agua a los amigos, y todo lo demás son actos que se quedarán guardados en los recuerdos de la infancia de los niños. La adrenalina, los movimientos y las risas harán de esta actividad energizante y emocionante. Enséñales que, aunque no haya sol, la lluvia también puede ser alegre.

7. Buscar colores

   

   Requisitos: ambiente con varios colores otoñales

   El otoño es probablemente la estación más colorida de todas. Amarillo, marrón, violeta, rojo, ocre, un montón de colores cálidos en un ambiente frío, lo que nos parece una paradoja atractiva. Con estos colores como base, se puede jugar a buscar el color: es decir, debes indicarles a los niños que encuentren cosas en la naturaleza con el color que hayas elegido. Puedes, incluso, crear un sistema de puntos, donde cada objeto encontrado por los niños le suma un punto, para luego determinar un ganador cuando ya hayas pasado por todos los colores. Es un juego sencillo que necesita de atención a los alrededores y conocimiento de los colores.

8. Comportamientos de la fauna característicos

   

   Requisitos: parque, plaza o bosque

   Los animales van a buscar acumular grasa y energía, pues detectan que viene la temporada fría del invierno y deben prepararse para ella en la temporada del otoño. Esta última temporada proveerá un cambio de alimentación en la fauna con frutos secos como avellanas y bellotas. Los niños verán el comportamiento de los animales cambiar a un más natural: los machos buscarán cortejar a las hembras para poder concebir una cría cuando ya sea el tiempo de la primavera. Por esto, los niños podrán ver algunos animales energéticos y quizás machos en confrontación por alguna hembra.

   Los insectos, por su parte, buscarán refugiarse en la oscuridad para pasar el frío. Las aves serán las protagonistas del cielo, pues estarán migrando en bandadas y serán muy visibles desde el cielo a casi todo momento. Si ya de por sí ver al cielo es hermoso, verlo conquistado por las aves lo es aún más.

9. Decorar un lugar con guirnaldas

   

   Requisitos: hojas secas, pinturas, cuerdas

   Además de todo lo mencionado, el otoño puede servir para decorar un lugar con guirnaldas. Para esto, podrías seguir una primera etapa basada en pintar las hojas secas otoñales, pues ellas serán la base de las guirnaldas. Una vez tengas las hojas secas pintadas, deberás hacer un pequeño hoyo en cada ellas. ¿Por qué? Pues, por allí pasará la cuerda fina que unirá las hojas otoñales. Lo atractivo de esta actividad es todavía sencilla para los niños y hacen algo significativo en decoración. Para colgarlas, eso sí, quizá si necesites intervenir como adulto, pues tendrán que llegar a un lugar alto que solo un adulto podría alcanzar. Incluso, podría llegar a necesitar algo de donde atar la cuerda, como un clavo.

10. Harina de mandarina

    

    Requisitos: mandarinas, licuadora 

    Por último, una actividad ciertamente diferente de todas las anteriores es la cocina. La harina de mandarina es un componente para preparar dulces alimentos, además de tener un aroma atractivo. Un uso que es sorprendente es que puede usarse también como masa sensorial. Para prepararla, necesitarás claramente varias mandarinas. Los niños podrían encargarse de retirar la cáscara de las mandarinas que tengas, y luego podrás introducir las cáscaras en un horno o ponerlas al sol, luego en la licuadora para pulverizarlas. Durante este proceso, el aroma alrededor tuyo será encantador. Quizá necesites varias mandarinas para alcanzar una cantidad considerable de mandarina. Cuando ya tengas una buena cantidad pulverizada, podrías añadir un chorrito de aceite para que pueda adherirse y formar una masa. Esta masa divertirá a los niños porque podrá moldearse con facilidad para crear diferentes formas.