¿Debo tomar cariban en el embarazo?

Patricia Del Pardo

El objetivo de todo embarazo, compartido por madres, padres, médicos, investigadores y reguladores por igual, es darle la bienvenida al mundo a un bebé sano. Sin embargo, los nueve meses que transcurren desde la concepción hasta el nacimiento son extraordinariamente dinámicos y complejos, y existe la posibilidad de que surjan complicaciones que pueden tener efectos de por vida.

Una de las condiciones que más aqueja a las mujeres en estado de gravidez son los malestares estomacales. Se sabe que entre el 50 y el 90 por ciento de las mujeres pasan parte de sus embarazos, mayormente los primeros meses, con malestar estomacal, y lo que comienza como una simple náusea matutina puede volverse en una afección peligrosamente debilitante.

Si bien más de la mitad de las mujeres embarazadas sufren náuseas matutinas, la mayoría de las futuras mamás pueden superarlas y encontrar que la enfermedad se calma alrededor de la semana 12, Sin embargo, algunas mujeres tienen una enfermedad realmente grave, llamada  hiperémesis gravídica.

Una afección peligrosa

La hiperémesis gravídica, conocida popularmente como la enfermedad el embarazo o vómitos perniciosos del embarazo, es una complicación del embarazo que además de afectar varias áreas de la salud de la mujer, incluida la homeostasis, los electrolitos y la función renal, puede tener consecuencias adversas para el bebé en desarrollo.

El embarazo no siempre es un momento agradable para las mujeres, e incluso puede llegar a ser debilitante para muchas, particularmente cuando hay un diagnóstico de hiperémesis gravídica, cuyos síntomas incluyen:

  • Náuseas y vómitos prolongados y severos.
  • Estados de deshidratación.
  • Cetosis (una afección grave causada por un número elevado de cetonas –sustancias químicas ácidas tóxicas– en la sangre).
  • Pérdida de peso corporal.
  • Presión arterial baja (hipotensión) al ponerse de pie.

También hay síntomas de enfermedad más graves, lo que significa que si evidencias la presencia de alguno de ellos deberás comunicarte con tu médico de cabecera de inmediato. Estos síntomas son:

  • Incapacidad de retener alimentos o líquidos durante 24 horas.
  • No orinar durante más de 8 horas y tu orina es de color oscuro.
  • Sentir dolores persistentes de estómago.
  • Tener una temperatura alta: 38 ° C (100,4 ° F) o más.

Además, los síntomas pueden tener un efecto significativo en la vida de una mujer y pueden provocar complicaciones adicionales, como depresión.

¿Qué provoca la enfermedad del embarazo?

La investigación científica sugiere que algunas náuseas son en realidad un signo saludable, y las madres que las padecen tienen menos probabilidades de sufrir un aborto espontáneo o tener un parto prematuro. Pero hasta el 2 por ciento de las mujeres embarazadas desarrollan hiperémesis gravídica: náuseas y vómitos tan graves que pueden requerir hospitalización.

Hasta no hace mucho tiempo, los médicos consideraban que las náuseas y los vómitos del embarazo eran en gran parte un problema psicológico, en el peor de los casos, una señal de que una mujer estaba tan triste por estar embarazada que literalmente quería “vomitar al feto”.

Ahora, se cree que el culpable clave de la llamada enfermedad del embarazo es la hormona gonadotropina coriónica humana, que se produce en la placenta y fluye a través del cuerpo de la mujer cuando el embrión comienza su rápido y vertiginoso crecimiento.

Tratando la hiperémesis gravídica

Varios medicamentos comunes se utilizan como antieméticos para controlar las náuseas y los vómitos durante el embarazo. No obstante, debido a los posibles efectos perjudiciales para el feto, su uso está contraindicado antes de las 12 a 14 semanas de gestación.

Un antecedente negativo

Para la década de 1960, era común que las mujeres embarazadas utilizaran un medicamento llamado Talidomida para tratar las náuseas matutinas y los vómitos recurrentes. Posteriormente se reveló que este medicamento podía ser peligroso para los bebés por nacer y se prohibió su uso como tratamiento de la llamada enfermedad del embarazo.

El fármaco Cariban, un antihistamínico de vitamina B6, se desarrolló por primera vez en la década de 1970. Sin embargo, como resultado de la demanda colectiva iniciada en los Estados Unidos en relación con un pequeño número de bebés que nacieron con anomalías, y debido a la preocupación en ese momento en relación con el escándalo del medicamento Talidomida, Cariban fue retirado del mercado.

Cuando esto sucedió, hubo un gran aumento en el número de mujeres que acudieron a los centros de atención médica en busca de ayuda. Para ese momento, la práctica convencional era admitir mujeres y administrarles líquidos por vía intravenosa. Sin embargo, desde la década de 1980, se ha llevado a cabo una gran cantidad de investigaciones sobre el medicamento.

Seguridad evaluada

Los numerosos estudios epidemiológicos realizados para evaluar la seguridad del fármaco Cariban indican que el medicamento no ejerce efectos adversos sobre el desarrollo de la gestación o sobre la salud del feto o del recién nacido.

En la actualidad, el fármaco Cariban, cuyo principio activo se basa en la combinación de succinato de doxilamina e hidroclorato de piridoxina, está indicado en adultos para el tratamiento sintomático de las náuseas y vómitos del embarazo que no responden a la terapia convencional, es decir, como tratamiento de segunda línea.

Las pruebas epidemiológicas relativas a su posible asociación con anomalías congénitas se han resumido en dos grandes metanálisis, los cuales concluyeron que el medicamento Cariban no está asociado con un aumento de la tasa de malformaciones. Por consiguiente, el fármaco puede utilizarse con seguridad durante el embarazo, cuando esté indicado por el médico.

La dosis

El régimen de dosificación del fármaco Cariban tiene en cuenta el tiempo de aparición y la intensidad de los síntomas, la dosis máxima no debe exceder las 4 cápsulas por día en dosis divididas.

La dosis recomendada es la siguiente:

Si tienes náuseas por la mañana, toma 2 cápsulas de Cariban antes de acostarte (día 1). Si esta dosis es suficiente para controlar los síntomas al día siguiente, continúa con esta dosificación. Sin embargo, si los síntomas persisten en la tarde del día 2, continua tomando 2 cápsulas antes de acostarte el día 2 y el día 3 toma 3 cápsulas (1 por la mañana y 2 antes de acostarte). Si estas tres cápsulas no controlan suficientemente los síntomas el día 3, puedes tomar 4 cápsulas a partir del día 4 (1 por la mañana, 1 a media tarde y 2 antes de acostarte), que es la dosis máxima.

Sobredosis

Los síntomas de una sobredosis de antihistamínicos incluyen agitación, alucinaciones, ataxia, pérdida de coordinación y convulsiones, que ocurren de forma intermitente. Los síntomas de advertencia pueden incluir temblores y movimientos atetoides (movimientos anómalos y recurrentes entre dos posiciones opuestas, como pronación y supinación).

Aunque la Piridoxina no es tóxica en la dosis recomendada, su administración crónica en dosis altas puede causar neurotoxicidad. Además, se ha comprobado que, a causa de la sobredosis, el piridoxal (la forma activa de la piridoxina) atraviesa la barrera placentaria, pudiendo alcanzar concentraciones plasmáticas fetales 5 veces superiores a las de la madre, lo que tiene el potencial de generar efectos adversos en el desarrollo del feto.

¿Es posible arreglármelas sin tomar medicamentos?

Hay varias cosas que se pueden intentar para reducir los síntomas de la enfermedad del embarazo antes de recurrir a los fármacos. Por ejemplo, puedes intentar reducir las porciones de comida y aumentar la frecuencia con la que comes. Incluso, las bandas de acupresión, que se utilizan para calmar los mareos durante viajes, pueden hacer maravillas.

Otros tratamientos naturales sugeridos incluyen incluir más jengibre en tu dieta, comer alimentos secos y suaves a primera hora de la mañana, usar ropa que no que presione alrededor de la cintura, e incluso, muchas mujeres manifiestan importantes mejoras con alternativas terapéuticas como la acupuntura.

Los medicamentos que en la actualidad recetan los médicos, particularmente el Cariban, se consideran en gran medida seguros y efectivos, aunque, como ocurre con todos los fármacos, existe la posibilidad de que generen efectos secundarios.

Las investigaciones científicas han demostrado que probabilidades de que el fármaco Cariban ocasione algún efecto adverso tanto en la madre como en el bebé en desarrollo son muy bajas, y si bien la sabiduría popular indica que es mejor evitar tomar medicamentos durante el embarazo, el beneficio que aporta este medicamento respecto al alivio de los síntomas asociados a la hiperémesis gravídica inclinan la balanza hacia la opción farmacológica, siempre y cuando se realice bajo las instrucciones e indicaciones de un médico.

Cómo citar: Patricia Del Pardo, (s.f.). "¿Debo tomar cariban en el embarazo?". En: Www.embarazobebes.com. Disponible en: https://www.embarazobebes.com/embarazo/opiniones-cariban Consultado:

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